jueves, 24 de marzo de 2011

24 de marzo y lugares comunes

   Hace unos días les pregunté a mis alumnos (de 15 años en su mayoría) si sabían por qué el 24 de marzo era feriado. Salvo dos de ellos (“porque es el día de Malvinas, profe” “porque sí”), el resto me respondió casi a coro: “Porque es el día de la Memoria”. Después me explicaron qué significaba el día de la Memoria (“es el día que empezó la dictadura”), y muchos supieron decirme que ese día había ocurrido en 1976. Hasta hubo uno que agregó (ese que siempre busca crédito extra) que hubo muchos feriados que la dictadura sacó y ahora volvieron a instaurarse.
   “La dictadura” es como ellos identifican el último gobierno militar. Es LA dictadura. Todo esto me hizo pensar que, hace apenas 10 o 15 años, LA dictadura era un tema incómodo para muchos. Había poca gente que respondiera cuando uno, desde su propia curiosidad adolescente y tratando de obtener información sobre un período de la historia que no había vivido, preguntaba qué había pasado, quiénes habían sido, por qué lo había permitido el pueblo…
   Durante mi educación secundaria (o Polimodal, si prefieren, ese sistema tan bien pensado y organizado que se puso en marcha de un año para el otro) de eso casi no se habló. En la materia que ocupaba el espacio de lo que hoy es “Construcción de Ciudadanía”, que 10 años atrás había sido “Instrucción Cívica” y que en mi época era “Formación Ética y Ciudadana” dos años seguidos vimos golpes militares en Argentina, y dos años seguidos dio la casualidad de que no llegamos a tiempo para terminar el programa y estudiar el Proceso.
   Yo me eduqué en la década del noventa (cosa por la que a veces me siento en la obligación de pedir perdón) y las condiciones estaban dadas para que de eso no se hablara. Para unos la política aburría, para otros la política era peligrosa. La militancia era cuestión de minorías. Me acuerdo que una de mis amigas solía asistir a las marchas de HIJOS y todos le decían (me incluyo) que tuviera cuidado. Que no se dejara captar por ninguna cámara. Que no diera su nombre. Claro que eran medidas del todo exageradas, pero en ese momento vivíamos como si tanta cautela fuera necesaria. Vivíamos con el miedo a la repetición. Con el miedo a que el Proceso no estuviera del todo terminado.
   ¿Y cómo no íbamos a tener esa sensación, si era claro que no habíamos aprendido nada? Nos dejábamos ganar por el miedo, por la impunidad. Todos los militares que habían sido juzgados en la década del 80 fueron indultados en la década del 90. Podían andar por la calle contentos y felices a pesar de las atrocidades que habían cometido. Un ladrón de gallinas iba a la cárcel años y estos hijos de puta podían andar libres. ¿Cómo no íbamos a creer que el Proceso no estaba terminado si no se hablaba del tema, se lo evitaba, se hacía de cuenta que nunca había pasado?
   En el 2006 fui a la marcha por los 30 años y sentí orgullo de estar ahí. No sentí miedo, ni me oculté de las cámaras. Se me puso la piel de gallina unas cuantas veces. Y vi la enorme cantidad de gente que había y pensé qué lejos estábamos de los noventa.
   Cuando les pregunté a mis alumnos y ellos me respondieron de terminé de convencer de que los 90 estaban muy atrás. Ellos tienen 15 años y saben de lo que están hablando. Con 15 años yo tenía una amiga (hola Pitu!) que nunca había oído hablar de Videla. Mis 15 años estaban cubiertos de un manto de silencio. Los 15 años de ahora están cercados de información. Y lo que se nota es que estos pibes saben elegir qué información comprar.
   Todo esto fue posible porque hubo un gran cambio en el paradigma. Sin dudas los sucesivos gobiernos de Néstor y Cristina hicieron un gran aporte para que este tema se instalara en la sociedad definitivamente, pero primero hizo falta un 2001 donde se rompieron con todas las estructuras, donde mucha gente comenzó a participar casi a la fuerza. Y para llegar a ese 2001 hizo falta una década de unos de los peores gobiernos que tuve este país que nos sumió en una crisis desesperante.
   Claro que la historia es bastante pendular, y el péndulo está llegando hacia el costado en que alguna gente dice estar “harta” de este tema, o hay quienes piden una “memoria completa” pretendiendo equiparar las responsabilidades del Estado con las responsabilidades de la sociedad civil. Cada vez son más, pero también cada vez son más los que defienden los valores de Memoria, Verdad y Justicia que este día propone.
   Por eso me parece importantísimo que nos planteemos, aunque sea una vez en este día, cuál es su verdadero significado. Que tratemos de pensar que la página más oscura de nuestra historia todavía tiene fresca la tinta con que fue escrita. Mucha gente sufrió dolores inenarrables, pérdidas irreparables; mucha gente fue desaparecida en manos del propio Estado y mucha gente tuvo que irse del país. Pero además el espíritu del pueblo fue minado de tal manera que el tema no se pudo tocar hasta 20 años después. Todavía hay abuelas buscando a sus nietos. Todavía hay hijos llorando las muertes de sus padres. Todavía hay madres y padres llorando las muertes de sus hijos. Historias que fueron desarmadas y familias que no se recuperaron. Todavía hay una herida grande y dolorosamente abierta en nuestra sociedad. Le debemos a nuestro presente, a nuestro futuro y a nuestro pueblo hacer todo lo posible para que esa herida cicatrice sana y esa cicatriz nos recuerde el dolor que sufrimos y que pudimos atravesar.
   NUNCA MÁS.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente excelente nota.
Mis felicitaciones y un abrazo
@enridesalta

Connie dijo...

Me alegro que te haya gustado. Muchas gracias!!
@connie983

estela,tu mama dijo...

Soy tu mama y me parece muy bueno tu pensamiento.Lo que si te recuerdo es que en casa,en la mesa cotidiana de nosotros seis,nunca se soslayo el tema,y pudimos hablar todos con libertad,y 3en muchas oportunidades trayendo las experiencias vividas por la familia,amigos y en la facultad en aquellos años tan dificiles.Es mas,yo misma me ocupe de coleccionar material grafico,como revistas y diarios que puse en manos de mis hijos para que pudieran leerlo y opinar libremente.Te quiero mucho,Cos,pero no me siento responsable del silencio.

Cos dijo...

No, ma! Nunca dije eso! Pasa que de la familia no hablo en el Blog porque no lo quiero hacer personal. Pero para mí es un orgullo haber tenido una familia que me enseño a pensar libremente sin haberme ocultado nunca nada. AHora, ¡mirala a mamá comentando en un blog! ¡Que genia!

Nicolàs dijo...

Yo fui uno de los alumnos de quince años ? AJAJA no me acuerdo. Después mira mi blog:http://undostres-cuatro.blogspot.com/