domingo, 7 de agosto de 2011

Mis razones

Yo, como muchos otros, soy una conversa del 2008. Antes no votaba porque no creía en la política como solución. Soñaba con una sociedad apolítica por eso de que el ser humano es un ser susceptible de corrupción, y no hay nada que pueda corromper más a una persona que el anhelo de poder. Mi problema es que nunca tuve mucha fe en las personas.

En el 2008 empecé a ver las cosas de otra manera. Comulgué con una idea: no necesito creer en la persona, si creo en las cosas que hace. O si las cosas que hace son las que yo haría estando en su lugar. La crisis con el campo se inició cuando yo trabajaba de corredora de textos haciendo recorrida con el auto a lo largo de toda la zona norte. Me pasaba el día escuchando radio: un bocinazo por acá, un cacerolazo por allá, un corte de ruta... Pensé: pucha, es muy pronto para otro 2001. Lo escuché a Matías Martin diciendo “Hace apenas 6 meses que la votaron, y ahora quieren que se vaya. Pónganse de acuerdo”. Me empezaron a resonar algunas cosas en la cabeza.
Que Clarín era un medio tendencioso ya lo sabía. Lo sabía cuando publicaba en las tapas un amor incondicional a Néstor, y lo supe cuando empezó a tirarle en contra a Cristina. Clarín me daba desconfianza. Pero no era la puja Gobierno-Clarín lo que me llamaba la atención. Era el riesgo de la institucionalidad. No podíamos pedir que se fuera a la presidenta que había asumido 4 meses atrás. Patoterismo puro: si había sido elegida por el voto de la mayoría en primera vuelta, ahora era turno de respetar la voluntad popular. Dejarla terminar el mandato.
Ahí empecé a mirar a mis costados y ver algunas cosas que me convencían. Primero fue cómo Cristina le hizo frente a la crisis cuando todos los medios auguraban que dimitía antes del final de año. Se plantó, lo que me hizo creer en su fuerza de mando. Le empecé a prestar atención. Después miré para atrás y reconocí en el gobierno de Néstor algunas medidas que me parecían justas. Me tomé el tiempo para decidir si me convencía o no, espiando de reojo, y seguí anotando en mi cuadernito imaginario los “a favor” y los “en contra”. Enumero los “a favor” que superan ampliamente a los “en contra” de mi lista:
·         El blanqueo del personal en negro (¿se acuerdan de la propaganda de “Don Carlos”? “Tudo bom, tudo legal”, la propaganda era malísima pero la medida no) le daba a muchos trabajadores la posibilidad de acceder a sus derechos básicos, y le deba a los empleadores la posibilidad de regularizarse sin mucho trastorno.
·         El blanqueo del personal doméstico (yo sé que la primera medida la intentó Cavallo allá por los 90, pero claramente no fue muy efectiva) va por la misma línea: tiene poquísimas cargas patronales y permite que el trabajo doméstico esté regulado. El primer paso fue la obra social y la jubilación; el segundo paso está en tratamiento con media sanción y va por las vacaciones pagas, la licencia por maternidad y la jornada laboral de 8 horas.
·         Las jubilaciones: mucha gente consideró la absorción de las AFJP por la ANSES un error terrible o un grandísimo acto de corrupción. Para mí es todo lo contrario. Que las jubilaciones las maneje el Estado le quita el afán de negocio al manejo de la plata de los viejos. Por otra parte, se pueden jubilar personas que nunca habían realizado aportes. Para recuperar parte de ese “gasto” se les hace una quita de algo así como el 30% de sus haberes.
·         El aumento automático a los jubilados: desde 2008 se aumenta 2 veces por año los haberes de un sector que no recibió aumentos en toda la década del 90.
·         El pago de la deuda externa. ¿Se acuerdan que en el 2001 nos declaramos en default y éramos la vergüenza mundial? Bueno, 9 años después Hilary Clinton nos tomaba como ejemplo de país que había superado la crisis y recuperado la confianza internacional. LA LEY DE MEDIOS, lamentablemente obstaculizada continuamente, que al contrario de querer “censurar” a los medios, busca ampliar la participación para escuchar más voces. Por favor, antes de volver a esgrimirme el argumento de que la ley atenta contra la libertad de expresión, ¡LEANLA! Entera, ¿sí? Hubo quien me llegó a decir que era una barbaridad que el diario Clarín no saliera más. La ley no habla de medios gráficos.
·         La Asignación Universal por Hijo: si yo que trabajo en blanco puedo acceder a este derecho, el que trabaja en negro no tiene por qué no acceder. Y el que no tiene empleo, lo mismo.
·         La Ley de Matrimonio Igualitario: no tengo palabras para esta increíble ampliación de derechos para la comunidad Gay.
·         La ley de Identidad de Género que salió hace muy poco y de la que no se habló mucho.
·         Los juicios a los dictadores del 76: cometieron crímenes de lesa humanidad, que no prescriben. Se los puede juzgar incluso si están agonizando en una camilla como le pasó a Martínez de Hoz. No me interesa la pena efectiva que les den, me interesa que pasen a formar parte de la historia como personajes que fueron juzgados y condenados por sus crímenes. Me interesa que esa página de la historia no quede impune.
·         La Corte Suprema de Justicia: la institución más discutida de la década del 90 se convirtió en la institución más prestigiosa de la década del 2000. Fue ponderada a nivel internacional, y es considerada un ejemplo a lo largo de todo Latinoamérica, incluso por aquellos países que son considerados “el ejemplo a seguir” por muchos miembros de la oposición.
·         La ley de Violencia de Género: de ésta casi no se habla. Fue reglamentada por decreto en el 2009 y, entre otras cosas, prevé la creación de Comisarías de la mujer donde se toman denuncias las 24 horas.
Me quedaron afuera un montón de cosas, que serán motivo de otro post. Mientras tanto me quedo con estas, y sigo con lo que venía planteando. (Ah, el Fútbol Para Todos medio que me importa un cuerno, pero si lo quieren agregar, podría ir).
Me van a hablar de corrupción, y yo tengo dos cosas para decirles: no conozco gobiernos que no tengan denuncias de corrupción en su contra. A mí particularmente no me interesan los Shocklender, porque Las Madres estaban haciendo viviendas sociales que se entregaron. Macri tuvo al Fino Palacios (contratado por él mismo) y a Ciro James pinchándole teléfonos y usando para este fin fondos del Ministerio de Educación, mientras el presupuesto a la educación pública baja y el presupuesto para subsidios a los privados aumenta en la Ciudad de Buenos Aires. Prefiero a las Madres que hacen casas. Segundo: el que alguna vez coimeó a un cana para que no le haga la multa no tiene derecho a hablar de corrupción. Eso también es corrupción, ¿no? Que además genera que la fuerza de seguridad que debería cuidarnos en realidad termina buscado réditos de los ciudadanos, despojándose de toda autoridad. Cosa que ayuda mucho a la inseguridad de la que tanto nos quejamos. Por eso a la única que escucho cuando se habla de corrupción es a mi mamá: ella tiene todo su derecho porque siempre dio el ejemplo (hay otros en mi entorno, no se ofendan. Pero después del abuelo, mamá es la persona más recta que conozco).
Faltan hacer cosas. El destino de un país tan grande como Argentina no se define ni en 4 ni en 8 años. En otro post charlamos de salud y educación, que es un tema muy largo y complejo para agregar acá. Esto es sólo el inicio de la lista de motivos por los que voy a votar a Cristina. Y para que quede claro, cuando hablo de este gobierno, por qué me gusta tanto. Para que dejen de criticarme por ser oficialista o dejen de bardearme como si fuera una tontita que no ve la realidad. La veo claramente. Tomo lo que me gusta. Critico lo que no. Me quedo con lo bueno.